domingo, 31 de mayo de 2020

Por qué cultivar nuestros propios alimentos



Mira todo lo que puedes ganar si cultivas tus alimentos...



Ahorrarás dinero


Dependiendo de la dieta que siga tu familia, de la variedad y cantidad de frutas y hortalizas que cultives, podrás ahorrar mucho dinero en la cesta de la compra.
Estos alimentos quizás no tengas que volver a comprarlos:





Como puedes apreciar, con los alimentos de la lista anterior, se puede cubrir buena parte de las necesidades nutricionales de una familia. Algunos de ellos, como la acelga, espinaca, lechuga, pepino, puerro, rabanito, remolacha y la zanahoria los podrás cultivar durante todo el año si el clima de tu zona no es muy extremo.


Otras como la patata, los garbanzos o las calabazas se conservan muy bien y durante mucho tiempo en un lugar fresco y seco así que también podrás disponer de ellas durante buena parte del año. Y con los demás tendrás que recurrir a la conserva en bote o a la congelación.



Comerás más sano y sabrás lo que comes


Los alimentos que cultives en tu huerto, sobre todo si empleas para ello abonos orgánicos y fitosanitarios ecológicos, estarán libres de resíduos químicos derivados de la fumigación y fertilización. Quizás algunos de ellos sean inocuos a largo plazo para el cuerpo humano pero si podemos evitar ingerirlos mucho mejor.


Por otro lado, la gran mayoría de los alimentos que puedes comprar en un supermercado, provienen de una agricultura intensiva que persigue abaratar costes, reducir el ciclo del cultivo al máximo y poner en el mercado el producto antes que nadie para incrementar los márgenes comerciales. Esto se traduce en la utilización de variedades muy seleccionadas para estos fines en detrimento del valor nutricional. Habrás escuchado, o incluso pronunciado, la frase: "Los tomates del súper no saben a nada, es todo agua". Al acelerar la producción, las hortalizas no disponen de tiempo para asimilar los nutrientes de forma óptima y muchas veces se cosechan antes de que alcancen un buen grado de maduración, por aquello de que se conservan mejor. 


En tu huerto orgánico todo irá más lento. Las plantas se tomarán su tiempo para crecer, fructificar y madurar. Tus hortalizas crecerán al sol y al aire, en unas condiciones naturales que se imprimirán en la calidad nutricional y el sabor de los frutos o partes comestibles. Tú decidirás cuando cosechar según tus necesidades, según el estado de las hortalizas, la fase lunar, el grado de humedad, etc. Muchas de ellas, como la zanahoria, donde mejor se conservan es en el huerto así que, si no las necesitas, podrás dejar que sigan madurando y tomando nutrientes del ambiente.






Serás más autosuficiente


Tener un huerto bien pensado y bien cuidado te permitirá depender menos de los mercados. Si los calabacines se ponen por las nubes por que hay desabastecimiento, como ya ha pasado, a ti no te afectará por que los tienes en tu huerto o en tu congelador y de primera calidad.


Tendrás una dieta más equilibrada


Siempre y cuando te gusten las hortalizas, porque sinó la llevas clara con el huerto. Pero supongamos que sí. Como querrás tener hortalizas todo el año en tu huerto, tendrás que cultivar aquellas que se adapten a cada época y, por tanto, casi sin querelo, estarás obligado a tener mucha variedad.


Además, comerás siempre frutas y hortalizas de temporada, aprovechando al máximo los nutrientes que contienen y evitando procesos de conservación en frío que, además de consumir electricidad, deterioran las cualidades de las frutas y verduras.
Habrá épocas en las que "comerás huerto" a todas horas, por ejemplo, cuando plantas más calabacines de los que necesitas, por si acaso, y luego te toca regalarlos por que ya no sabes más recetas para prepararlos. A la plancha, al horno, en crema...los congelas y, aún así, te sobran. Y por no tirarlos al compost...



Harás más ejercicio


Aunque tengas tractor, motocultor o motoazada...tendrás que agachar el lomo por que, otra cosa no, pero el huerto se cobra unas buenas dosis de sudor, sobre todo en primavera y en verano. Si te sobran algunos kilos, tu huerto se encargará de cobrarlos en forma de energía y sudor. Ya sea preparando la tierra, haciendo escardas, instalando tutores, vallas, riego, cosechando, etc. Estarás haciendo ejercicio al aire libre y eso se nota. Además, si hace sol, y con la debida protección, verás como el trabajo en el huerto influye positivamente en tu bienestar físico y psíquico. Cuando termines el trabajo y te sientes a ver el resultado te sentirás genial.


Si tienes hijos, sobrinos, nietos...pequeños, llévalos al huerto. Se pondrán hasta arriba de tierra pero serán felices, aprenderán y estarán gastando una buena dosis de energía que abrirá su apetito y los hará dormir mejor. Y tú te reirás viéndolos jugar...bueno, a menos que te pisen las zanahorias, las cebollas, etc...pero para eso está la educación. Estos niños, de mayores, casi seguro que querrán tener un huerto por los buenos recuerdos que les trae.






Fomentarás tu creatividad y aprenderás


Todos aquellos que quisimos tener un huerto orgánico completo y bien cuidado tuvimos que aprender, aprender y aprender...pero, también recurrir a la imaginación para solucionar algunas situaciones que van surgiendo con el día a día. ¿Cómo hago para espantar estos molestos pájaros que se comen mis frambuesas? Tengo que hacer algo para mantener a los caracoles fuera de mi huerto, me echan a perder las coles y las lechugas. Riegos, remedios caseros, abonos, conservación, mantenimiento, etc. Tendrás muchos temas sobre los que aplicar tu maña y creatividad. Buena suerte y buenas ideas.



Serás más feliz


El huerto no solucionará tus problemas, tus deudas y tus dudas, pero quizás cambie tu orden de prioridades en la vida. Quizás te arrastre al concepto slow life. Puede que ese tiempo que pases en contacto con la naturaleza, con tu familia y obteniendo recursos de la tierra solo con tu maña y esfuerzo te lleve a "cambiar el chip". Quizás comiences a dar menos importancia al estrés del trabajo, a los "compromisos sociales", a la dictadura económica y pienses...mis seres queridos, mi casa, mi huerto...mi tiempo, mi vida.



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