El apio es una hortaliza que puede durar mucho tiempo en nuestro huerto y lo podemos disfrutar fresco y crujiente todo el año. Esta verdura de origen mediterráneo, es muy conocida por su baja cantidad de calorías, su ayuda en la reducción de peso corporal y niveles de colesterol. Además, contiene vitamina A y K, potasio y antioxidantes. Aprende cómo cultivar apio, sus cuidados, propiedades y algunas recetas para preparar tu cosecha.
Durante siglos, el apio se ha utilizado en sopas, guisados y ensaladas. En la actualidad, el constante uso de químicos en las hortalizas es un peligro para nuestra salud. El apio es una de las principales hortalizas en contener residuos de pesticidas. Esta es solamente una razón por la cual debemos comer apio orgánico y la mejor manera de hacerlo, es cultivarlo en casa.
Variedades
El apio, al igual que todas las hortalizas, tiene diversas variedades que no son muy comunes en los mercados. Existen dos tipos de apio que se consumen: el apio y apio de raíz.
– Apio (Apium graveolens) es el más común. Sus tallos son generalmente gruesos (1-4cm de ancho), tiernos y jugosos.
– Raíz de apio o apio-nabo (Apium rapaceum) es utilizado principalmente en Europa. Se consume su raíz, que es gruesa, esférica y de color café claro. Su textura es crujiente y su sabor es parecido a la nuez. Los tallos son delgados y de color verde oscuro.
Siembra y trasplante
El apio es fácil de cultivar, necesita un suelo bien nutrido y húmedo. Puede crecer en media sombra y puede llegar a tolerar mucha sombra (por lo menos 4 horas de luz). La semilla de apio es redonda y muy pequeña (1mm), su color es café oscuro.
La siembra del apio se realiza en semilleros para posteriormente trasplantarlo. La mezcla debe tener un buen drenaje y materia orgánica, de preferencia utilizar tierra negra, fibra de coco y composta. Si la mezcla tiene partículas muy grandes, puede afectar la germinación y crecimiento de nuestras plántulas. La profundidad de siembra es muy pequeña (0.3-0.5cm) por el tamaño de la semilla. Coloque dos o tres semillas por espacio y cubra con suelo. Riegue cuidadosamente después de sembrar, un chorro de agua o gotas demasiado grandes pueden sacar las semillas del contenedor. Una opción es cubrir el semillero con una capa de periódico y regar por encima.
Las semillas germinarán entre una y dos semanas después de la siembra, su desarrollo es lento. No permitas que el sustrato pierda la humedad, ya que puede afectar el desarrollo de las plántulas. Estas estarán listas para el trasplante cuando aparezca el segundo par de hojas verdaderas.
Antes de realizar el trasplante debemos de tener lista la cama de cultivo y contenedores con un suelo con composta y con buen drenaje. Si las plantas crecerán en contenedores, debe tomar en cuenta que necesitan una profundidad mínima de 30cm. La distancia entre planta es de 15cm y podemos acomodarlos con el método de siembra cercana o en hileras.
Al momento del trasplante debemos regar bien nuestras plántulas y procurar no lastimar las raíces. Si observamos que están muy enroscadas, podemos cortarlas un poco para fomentar su crecimiento. Cuando coloque las plántulas en el suelo, asegúrese de que cubra hasta las primeras hojas y presione ligeramente para darle soporte. Riegue después del trasplante, procure no mojar las hojas.
Cuidados y Consejos
Por su alto contenido en agua, el apio necesita mantener su humedad para tener un buen desarrollo. Dependiendo de la temperatura será la frecuencia de los riegos, aproximadamente cada 2 días. Si son muy calurosos, cada día, de preferencia durante la mañana y sin mojar las hojas. Los tallos de apio comenzaran a doblarse cuando el suelo esté seco, debemos evitarlo.
Colocar mulch o cobertura vegetal alrededor de la planta, de esta manera la humedad se mantendrá en el suelo.
Mantener el suelo libre de malezas, esto evitará la competencia entre plantas y posible hábitat para plagas.
Eliminar las hojas viejas, esto fomentará el crecimiento.
El apio se puede asociar con poro, jitomate, frijol de mata y col.
Lleva una rotación de cultivos. No siembres apio en donde antes había cilantro, perejil, zanahoria, hinojo o eneldo. Así evitarás plagas, enfermedades y pérdida de nutrientes en el suelo.
Si las plantas tienen un crecimiento lento, aplique un té de composta o más composta alrededor de ellas.
Cuando el suelo alrededor de la planta forma una costra, debe romperla con cuidado y regar después. Esto fomentará el crecimiento de las plantas.
Plagas y enfermedades
Mantener el huerto libre de maleza ayuda a disminuir la incidencia de plagas ya que se destruye su hábitat. Si observa hojas enfermas o afectadas deberá eliminarlas inmediatamente para evitar una propagación de enfermedades.
– Mosquita: es un insecto de aproximadamente 5mm color verde o negro con amarillo. Los adultos depositan huevecillos en la corona de la planta y cuando eclosionan las larvas, se alimentan de las raíces. Son comunes en la zanahoria y apio. La consecuencia, es la pudrición de la raíz y muerte de la planta.
– Gusano gris es otra plaga que destruye los tallos y hojas de la planta, puede controlarse quitándolos con la mano o aplicando Bt (Bacillus Thuringiensis). Este remedio es inofensivo para los seres humanos y animales, pero sí puede llegar a afectar a los insectos benéficos.
– Mosca del apio (Phyllophylla heraclei) la larva forma galerías en las hojas. Para eliminarla debe aplastar la larva con las manos para evitar que siga creciendo.
– Pulgones pueden generar enfermedades en la planta, se encuentran en el punto de crecimiento de la planta. Las hojas comenzarán a enroscarse. Para controlar, lave las hojas con un chorro de agua fría, frote cuidadosamente las hojas para no lastimar la planta. Otra opción es rociar agua con jabón biodegradable en las hojas. Por otro lado, podemos utilizar insectos benéficos como la catarina que puede llegar a devorar más de 20 pulgones por día.
– Caracoles y babosas aparecen usualmente por exceso de humedad, se esconden cerca del tallo o en el punto de crecimiento. La manera más eficaz es retirarlos con la mano pero existen muchas otras maneras. Para conocer más sobre el control de babosas y caracoles; 12 maneras para mantener tu huerto libre de babosas y caracoles.
Cosecha y almacenamiento
Podemos mantener la producción de nuestras plantas por mucho tiempo cuando cosechamos las hojas externas. Las plantas estarán listas para la cosecha cuando tengan aproximadamente unos 20cm de alto, sin embargo podemos comenzar a cosechar cuando tengan unos 10 de tallos. Solamente cosechar entre 1 y 2 tallos para que nuestra planta continúe desarrollándose. Cuando nuestras plantas llegan a su etapa madura podemos cosechar entre 3-5 tallos por semana.
Después de la cosecha, debe lavar los tallos y escurrirlos. Almacene en el refrigerador en una bolsa para que mantenga la humedad. Sus características se pueden mantener durante una o dos semanas máximo en el refrigerador. También puede congelarse para utilizarlo en sopas o consomés.
Cultivando mis futuras semillas
El apio necesita dos años para producir semilla y por lo menos 10 plantas para obtener una buena genética. Cuando llega la etapa de reproducción, el apio genera un tallo alto del cual produce unas flores blancas. Las semillas de apio son extremadamente pequeñas, por lo que debemos tener mucho cuidado al momento de cosecharlas. Cubra la planta con una bolsa de papel y corte el tallo desde la base cuando tres cuartas partes de la planta estén secas. Cuelgue boca abajo en un lugar fresco y sin luz directa. Separe y limpie las semillas para después almacenarlas en un frasco hermético. Etiquetar el frasco con el nombre de la semilla, variedad y año.
Las semillas de apio son utilizadas como condimento para sopas, salsas y otros guisados. Por otro lado, las semillas tienen diversas propiedades, contienen flavonoides que previenen el cáncer, tienen efecto antiinflamatorio y contribuyen a la relajación muscular.
Propiedades del Apio
El apio es una hortaliza que aporta vitaminas A, B1, B2, B6, B9, C y E. Minerales como potasio y sodio, que nos sirven para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular. También es un diurético, por su alto contenido en agua y tiene características antioxidantes, anticancerígenas y antibacterianas.
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