Siembra y cosecha tus propias calabazas orgánicas en macetas
con este paso a paso.
Antes de comenzar, debes tener en cuenta que la época más recomendada para plantar calabazas es la primavera y que podrás cosecharlas de 3 a 5 meses después de la siembra, dependiendo de la variedad.
El primer paso para cultivarlas en tu propia casa es conseguir las semillas. Si bien puedes adquirirlas en una tienda de jardinería, puedes también obtenerlas del centro de una calabaza madura, grande y saludable, cuya cáscara sea firme.
Una vez que las tengas, lávalas con agua y colócalas al sol durante tres días; procurando, a la noche, colocarlas en un sitio seco. Luego, podrás guardarlas en un sitio fresco y sin humedad hasta por dos años.
Para la siembra en macetas, debes utilizar un contenedor de 40 x 40 centímetros y 60 litros de capacidad. Además, deberás rellenarlo con tierra porosa y compost. El suelo más recomendable es uno arcilloso con arena y abundante materia orgánica.
Para plantar en macetas, debes colocar dos semillas de calabaza separadas entre sí en un orificio en la tierra que hagas con tus manos. Luego, cúbrelas con una pulgada y media de tierra, presionando un poco la tierra de la superficie.
En este punto, además, debes tener en cuenta que algunas variedades son trepadoras y requerirán tutores para crecer.
Por otro lado, si eliges plantar en tu jardín, primero debes rastillar varias veces el suelo hasta eliminar cualquier raíz o piedra que allí se encuentre y sembrar las semillas dejando alrededor de 1,2 metros de separación entre cada planta.
Ten en cuenta que las semillas tardarán entre 8 a 15 días en germinar. Luego, aparecerán las flores.
Debes saber que la calabaza es una planta monoica, por lo cual puede producir flores macho y hembra. Las primeras que nacerán serán las macho; y solo diez días después surgirán las flores hembras, a partir de las cuales se irá formando el fruto. Además, la calabaza tiene la característica de, luego de su primera floración, detener su crecimiento hasta que los frutos maduran, para luego volver a florecer y fructificar.
Nota: para reconocer la flor hembra puedes mirar detrás de sus capullos. Si notas un pequeño fruto de calabaza, será hembra.
La recolección suele hacerse durante el otoño. Como indicador para cosechar el fruto verás que la parte de la calabaza orientada al suelo se vuelve de color amarillo. Para recoger tus calabazas, corta el tallo, dejando alrededor de 5 centímetros de separación con el fruto. Una vez que las tengas contigo, puedes almacenarlas en un sitio fresco y alejado de la humedad.
Consejos para cuidar tu planta de calabaza
- Si has elegido plantarlas en tu jardín, debes proteger tus calabazas del frío (por ejemplo, colocándole un protector plástico por encima) y, si lo has hecho en maceteros, mantenlos en el interior durante el frío.
- Escoge un sitio donde les llegue mucho sol (más de cinco horas diarias). Esto te será más fácil si has escogido sembrar tus calabazas en macetas que puedas mover fácilmente.
- Riega cada vez que detectes que la tierra se ha secado, ya que las calabazas necesitan gran cantidad de agua para desarrollarse.
- A medida que los frutos crecen y se acercan al suelo por su propio peso, coloca debajo un plato dado vuelta para que la humedad no los afecte.
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